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jueves, 10 de noviembre de 2011

El tiempo

No lo controlamos, siempre nos hace falta y  segundo perdido no se recupera.

Ser puntual es una muestra de responsabilidad y de respeto hacia las otras personas. Me siento ofendido cuando me hacen esperar en una reunión, a la cual llegué puntual, pero me ofende más cuando era una reunión concertada con anticipación.

Una vez, programé con un cliente una reunión de trabajo de una hora para el día siguiente. Quince minutos antes de la llamé para confirmar la reunión, porque los imprevistos existen,  además tenía otros asuntos que atender al finalizar la reunión. Al llegar a la oficina del cliente, me dicen que espere porque está ocupado, luego de esperar 20 minutos me veo tentado a decirle a la recepcionista que me disculpe con el cliente, pero debía que irme, no lo hice. Después de 10 minutos más por fin me atienden. Al finalizar la reunión tuve que acudir a mis otros asuntos con media hora de retraso.

Si yo llegué puntual a la cita fue precisamente para respetar el tiempo del cliente y para demostrar responsabilidad.

¿Por qué no me fui? El negocio me interesaba y era posible que realmente el cliente estuviera atendiendo algo muy importante que justificaría la espera.

Al final el negocio no se concretó, pero creo que fue lo mejor, porque si el cliente no pudo respetar mi tiempo no creo que pudiera respetar mi trabajo.

Algunos podrán pensar que mi actitud es arrogante, que soy egocéntrico, que me la doy del importante, etc. No es mi intención, pero creo que es bueno crear una cultura de respeto del tiempo (puntualidad).

Insto a todos a cultivar la puntualidad entre nuestras cualidades, porque nosotros mismo seremos los beneficiados.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Economía – Visión de un ciudadano Nicaragüense


En estos últimos años he mantenido el tema de la economía en muchas conversaciones con mi papá. Como simple ciudadano que ve afectado su salario por la inflación y el deslizamiento de la moneda, siempre tomo una postura negativa en dichas conversaciones. En cambio no sé como nombrar la postura de mi papá, quien también se ve afectados por los problemas económicos del país, pero siempre me dice que el país está bien en aspectos macroeconómicos, lo cual lo soporta con las noticias de los periódicos que mencionan que el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional están aprobando las decisiones macroeconómicas del actual gobierno.

¿Quiénes se benefician de esta estabilidad macroeconómica? Desde mi punto de vista solo los grandes capitales,  entre ellos la familia Ortega Murillo, basta con mencionar la red de empresas del ALBA. Los simples ciudadanos, como yo, siempre continuamos comprando a precios alto los frijoles, arroz, azúcar, combustible, etc.; en resumen el poder adquisitivo de mi salario está en detrimento crónico. Como ejemplo tenemos el costo de la canasta básica que supera los 9 mil córdobas.

Mis indicadores económicos me hacen ver un país atrapado en arena movediza. El nivel de desempleo ha aumento en estos últimos años, entre mis conocidos hay personas en el desempleo; con mayor frecuencia veo más rótulos de "Espacios Disponible" en edificios de oficinas, lo cual me hace creer que muchas PYMES han cesado operaciones; observo una mayor cantidad de personas pidiendo limosna en lo semáforos, pero acá hay un detalle que sorprende mucho y son las nuevas formas de obtener el C$ 1, ahora hay limpia vidrios, malabaristas, payasos, etc.

La competencia es un aspecto de la economía capitalista que permite que exista la innovación y mejora continua. Pues eso es lo que veo en la nueva forma de pedir el C$ 1.

No estoy en desacuerdo con la ayuda social, pero laminas zinc, una vaca parida y un cerdo no solucionan la situación a corto plazo y muchos menos a largo. El zinc hay que darle mantenimiento, a la vaca y al cerdo hay que darle su tratamiento veterinario, ¿donde obtendrá el beneficiado el dinero para maximizar la ayuda recibida?

Nicaragua necesita un plan de nación a largo plazo, este debe por empezar por crear instituciones públicas solidas que fomenten el estado de derecho, mejorar el sistema educativo y aumentar la productividad.

La pobreza no se combate con dádivas, sino con trabajo.