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sábado, 4 de octubre de 2008

Sirviendo al Señor

Fui llamado a servir a un encuentro cristiano por primera vez, los rectores del servicio garantizaban que el llamado provenía del Señor, yo me preguntanba porque lo decían con tanta seguridad. Pero deje cuestionar y decidí dar un firme Si a mi Señor Jesucristo y empece a prepararme para el servicio.

El primer día del encuentro tenía muchas expectativas y temores, sentimientos normales cuando uno se aventura por primera vez a algo nuevo, pero también me invadía un sentimiento de alegría.

Durante una de las enseñanzas el charlista dijo que no podía dejar de anunciar lo que el Señor había hecho en él, ese es el motivo de este articulo, porque yo había conocido al señor pero desde mi punto de vista limitado no tenía la correcta dimensión de como obra el señor. Al tercer día del encuentro comprendí como el amor del Señor es capaz de mover a un mar de personas para encontrar a su oveja perdida, pero sobre todo comprendí que el Si que le dí al señor proviente de su inmenso amor, es decir proviene de él mismo.

Bendito y alabado sea nuestro Dios.